En nuestros días, el orden, la vigilancia, la disciplina y el castigo en nuestra sociedad resultan ser distintos a los de la época de Foucault, sin embargo, sus teorías y principios siguen vigentes como opción para explicar los fenómenos que acontecen actualmente. Aunque obviamente los métodos utilizados para perseguir las conductas indeseables, en el entorno social, han ido evolucionando, al igual que la sociedad misma, como señala Foucault, es claro que la persecución sigue siendo un arma poderosísima; incluso en nuestra sociedad resulta sencillo aterrizar las teorías de Foucault, y en los últimos días hemos tenido muestras interesantes de esto.
El sistema penitenciario, especialmente el estadunidense, retoma los principios de vigilancia y castigo de Foucault a través de la implementación del Panóptico como sistema de vigilacia continúa a sus prisioneros. Otro ejemplo, del cual la sociedad mexicana está totalmente enterado, es del referente a la reciente muerte de la niña Paulette Gebara Farah, donde su madre Lizeth Farah, ha sido condenada socialmente, incluso antes de que se tenga certeza de que ella ha sido la asesina; en este caso en concreto, es muy notoria la persecución social, el señalamiento, el aislamiento y la condena que un entorno es capaz de ejercer sobre una persona que actúa por fuera de las normas cíviles.
http://www.youtube.com/watch?v=6-AR26jObvk&feature=related
No hay comentarios:
Publicar un comentario