miércoles, 7 de abril de 2010

Biografia


Michel Foucault (1926-1984)

Nacido en 1926 en Poitiers, en el seno de una familia acomodada. A los 20 años ingresa en la École Normale Supérieure, donde es discípulo de Merleau-Ponty y se acerca, a través de Luois Althusser, al partido comunista.


La vida académica e intelectual de Foucault estuvo asociada a un permanente compromiso frente a las exclusiones y discriminaciones de la sociedad actual (presos, enfermos mentales, homosexuales, emigrantes...), que le llevaron a desplegar una relevante actividad en los foros públicos, en los medios de comunicación y en las aulas universitarias.
Prácticamente toda su obra ha sido traducida a las lenguas española y portuguesa.


Filósofo, historiador, ‘arqueólogo’ del conocimiento y activista social, ejerce una fuerte influencia en el pensamiento francés de la segunda mitad del siglo XX, donde aparece asociado a los movimientos post-estructuralistas. Inicialmente formado en fuentes marxistas y fenomenológicas, se distancia de Marx y Heidegger en la medida que se acerca fundamentalmente a Nietzsche, pero también a Bachelard, Bataille, Canguilhem o Sade.

Contexto historico

Sus trabajos se dividen de forma general en tres etapas importantes, estas etapas están sumamente influenciadas en un principio por ideas de Marx y luego de Nietszche:

Arqueología: ¿Qué puedo saber?

Cuestión que Foucault intenta abordar a partir del análisis de los efectos y sistemas de verdad de los discursos; etapa marcada por una decisión metodológica irreconciliable: partir de un escepticismo sistemático y metódico hacia todos los universales antropológicos. Esta etapa comprende los trabajos de 1961 a 1969.

Los años 60 en Francia - al igual que en el resto de occidente - fueron una época de acelerados cambios culturales. La época estaba caracterizada por la aceleración del éxodo rural y el surgimiento de la sociedad de consumo, cada vez más influida por los mass media que generalizaban la cultura de masas.

Es además en los años 60 cuando los jóvenes se convierten en una categoría socio-cultural logrando su reconocimiento como un actor social que establece procesos de adscripción y diferenciación entre sus opciones y las de los adultos. Muchos de estos movimientos cuestionaron y criticaron el estilo de vida plástico ofrecido por el mercado de consumo y la organización capitalista de la posguerra.

Internacionalmente, la década de los 60 vivió una serie de cambios a nivel mundial que llevaron al cuestionamiento del sistema de dominación europeo y, sobre todo, estadounidense sobre los territorios coloniales o recientemente independizados de África, Asia y América Latina. Especialmente la guerra de Vietnam generaron un amplio movimiento de solidaridad en gran parte de Europa y de los propios Estados Unidos que canalizaron la oposición al imperialismo.

Genealogía: ¿Qué puedo hacer?;

Intenta así realizar un análisis de las relaciones de poder equivalente a un análisis del régimen político de la verdad como facilitador de tipos específicos de normatividad. Este es el período que abarca los años 1971 a 1976, algo importante es que desarrolla el primer volumen de la Historia de la sexualidad.

El retorno con toda su fuerza de la ideología neoliberal acompañó la crisis económica de los principales países capitalistas industrializados a partir de los años setenta.

El neoliberalismo hace referencia a una política económica que es considerada contraproducente el excesivo intervencionismo estatal en materia social o en la economía y defiende el libre mercado capitalista como mejor garante del equilibrio institucional y el crecimiento económico de un país.

Michel Foucault dictó dos cursos en el Collège de France sobre la historia del nacimiento de la biopolítica. Estos cursos en el Collège de France han demostrado ser fundamentales para la comprensión del pensamiento foucaultiano, pues han abierto una nueva dimensión de su pensamiento sobre el poder. En ellos Foucault identifica al liberalismo y al neoliberalismo justamente como la racionalidad política que subyace a las nuevas formas de gobernar la conducta de las personas a través del poder disciplinario y, aún más, a través del poder biopolítico que en este contexto significa la tecnología política de control de la vida biológica de las poblaciones.

Ética: ¿Quién soy yo?

En esta etapa Foucault se interesa principalmente en una cuestión: la de la subjetividad, más precisamente de las técnicas y tecnologías de la subjetividad. Es un intento de abordaje de la relación del yo consigo mismo.

En esta época los pensadores como Foucault estaban sumamente influenciados por el posmodernismo el cual en la psicología se caracteriza por el análisis del yo como una fragmentación en la esencia del sujeto. En un ejemplo, es como si un espejo se rompiera y las miles de imágenes resultantes fueran la imagen interna del ser.

Esta corriente niega la posibilidad de construir grandes relatos, es decir, niega el empirismo histórico como base de sus paradigmas. Además, niega la posibilidad de reconstruir el pasado ya que los documentos no son pruebas reales de lo sucedido sino discurso y representaciones.

En Foucault, el momento y la historia aparecen como un discontinuo, como una superposición de enunciados. Habla de la ‘historia global’, pero no con una lógica que concilia sistema social, pensamiento, tecnología, modas, sino como prácticas discontinuas que se entrecruzan en un momento dado o que divergen. La historia no aparece ya como una sucesión de hechos encadenados, sino como una recreación de lo discontinuo como sistema.
Foucault formula una visión de la historia nueva en sus obras, a partir de la organización y la producción del saber a través del tiempo. Cómo evoluciona el binomio poder-saber y los valores que representa y cómo se desintegra y cómo es mutado por otras formas emergentes


El pensamiento de Foucault



Para Foucault no hay verdades permanente, no hay historia continua, sino cambios en la concepción del mundo y discontinuidad en la secuencia del acontecer. Analista del poder, en sus últimos trabajos propone una salida del individuo de los ‘aparatos de encierro’ a los que le somete las estructura de dominio a través de lo que llama el ‘b

El ‘a priori histórico' constituye una de las constantes en el pensamiento de Foucault. En él se contienen los estratos empírico-históricos de cada secuencia temporal, la base arqueológica del momento presente, del presente cambiante. El juego de reglas que permite a una cultura la aparición y desaparición de enunciados, de propuestas, de iniciativas discursivas determinantes de la acción, de la transformación, de la historia.



En Foucault, el momento y la historia aparecen como un discontinuo, como una superposición de enunciados, como una entrecruzamiento dialéctico, no sujeto a una armonía unificadora o reductora de la complejidad. Habla de la ‘historia global’, pero no con una lógica que concilia sistema social, pensamiento, tecnología, modas..., sino como prácticas discontinuas que se entrecruzan en un momento dado o que divergen. Una crónica de discontinuidades, de afirmaciones y negaciones, de tensiones entre enunciados propositivos y las tensiones del poder. La historia no aparece ya como una sucesión de hechos encadenados, sino como una recreación de lo discontinuo como sistema.



Además del poder político del Estado, que tiene una dimensión coercitiva, existen micro-poderes que alcanzan toda la actividad social. Una madeja de relaciones, organizada y jerarquizada, que llega al último extremo de la dimensión social. Poder es saber, esto es, capacidad propositiva, de discurso, de negociación, de acción.Para Foucault, en la sociedad moderna, la burguesía y el capitalismo crearon extensiones de control a través de los ‘aparatos de encierro’, que son instituciones que describen la actividad a través del tiempo social.

Desde la escuela a la fábrica, desde la cárcel al manicomio. Los ‘aparatos de encierro’ marcan las fases del tiempo social y, a la vez, definen y controlan al individuo por la posición que adopta en esos espacios de estancia reglada.El pensamiento de Foucault, en un tiempo donde determinados ‘aparatos de encierro’ convencionales han perdido su protagonismo, permite hacer una excursión hacia un nuevo escenario, el de los medios de comunicación, en especial el de la televisión, que absorben y regulan el período de descanso y ocio, como nuevo ‘aparato de encierro’. Desde esta óptica, la televisión aparece como una extensión del sistema productivo y procreador y no tanto como un medio generador de conocimiento, diversión y entretenimiento, o, aun siendo así, subordinado a una función reglada de control.

La televisión, pues, más que mostrar, permite ver, es un elemento más del sistema ‘panóptico’ que describe Foucault, por ejemplo, cuando teoríza acerca de la estructura funcional de los recintos carcelarios.Los medios son asimismo extensiones institucionales del poder, ya que es el binomio poder-saber el que produce discurso, el que tiene capacidad enunciativa.

Los medios aparecen como una institución libre, como un instrumento cuya credibilidad se asienta en el valor de la independencia, pero la realidad de sus prácticas se halla determinada por las proyecciones propositivas, que los convierten en instrumentos de regulación y control de la vida social a través de la inducción de pensamiento políticamente correcto.

Los ‘aparatos de encierro’ de Foucault giran generalmente en torno al cuerpo, a la sumisión del cuerpo (escuelas, cárceles, hospitales, lugares de trabajo...), mientras que los medios trascienden el plano corporal de sometimiento a los espacios donde transcurre el tiempo social para incidir sobre la dirección del pensamiento. El poder, que dirige el acontecer a través de la producción dominante del discurso, penetra por las capilaridades que configuran su red de control social, en el plano de los medios.